Adolescentes

Nick Vujicic ayuda a los adolescentes a aprender por qué y cómo leer la Biblia. Jesús dijo: "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". ¡Vaya! Así como necesito comer todos los días para vivir, necesito escuchar la Palabra de Dios todos los días para prosperar y alimentar mi espíritu. Jesús dijo que para vivir -quiero decir vivir de verdad- tenemos que alimentarnos regularmente de dos cosas: comida y la Palabra de Dios.

Nick Vujicic ayuda a los adolescentes a afrontar los problemas de la soledad. Uno de mis amigos tiene un hijo. Su hijo tiene autismo y le resulta difícil participar en situaciones sociales. No tiene todas las herramientas para formar parte de una conversación o interactuar con otros alumnos. Por fuera es igual que nosotros, pero por dentro su cerebro funciona de forma diferente. Su padre me contó que todos los días, al salir del colegio, le preguntaba a su hijo: "Hola, colega, ¿qué tal el colegio hoy? ¿Con quién te has sentado a comer?".

Todos los días su hijo decía: "No me senté con nadie. Almorcé solo".
Solo y solitario.

Nick Vujicic ayuda a los adolescentes a encontrar el propósito de Dios para tu vida. ¿Por qué estás aquí? ¿Quién soy? ¿Te has preguntado cuál es el plan de Dios para ti? Bueno, ¡yo sé cuál es!

¿Estás listo para oírlo? Sí. ¿Estás listo para escucharlo? Aquí está el plan y el propósito de Dios para ti. "Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación".

Un momento. Pensé que el plan y el propósito de Dios para nosotros sería más complicado, ¿no?

En este versículo no se menciona a qué universidad debo ir, dónde gastar mi dinero, con quién debo salir.

¿No debería ser un poco más detallado el plan de Dios para mi vida?

Nick Vujicic ayuda a los adolescentes a perdonarse a sí mismos y a los demás aceptando el perdón de Dios. Dios nos dio lo que no merecíamos. No podíamos pagar nuestra deuda de pecado, pero Dios dijo: "Oye, te perdono todo y eres libre". Sin embargo, como los amigos de Jesús que se pelean, nos preguntamos: "¿Debo perdonar a este chico o chica que me hace daño o me intimida?".
Dios nos perdonó 250 millones de dólares en pecados. Dios sigue dándonos amor, perdón y bendiciones. Nos sigue dando más gracia cada día, así que si se nos ha dado gracia, ¿no deberíamos también dar la misma gracia a los demás? Si Dios perdonó nuestros pecados, ¿podemos perdonar a los demás cuando pecan contra nosotros? Pues eso es la gracia. Si Dios te la dio a ti, y se la ha dado a otra persona, transmite la gracia esta semana y perdona, igual que Dios te perdonó a ti para que puedas ser libre, ¡de verdad!